lunes, 3 de abril de 2017

Desataduras

Mientras se liberaba lentamente de sus dolorosas ataduras, se enfrentaba a su lucha mental por saber de qué se trataba la vida en libertad. No entendía bien cómo había llegado a semejante esclavitud pero era algo que ya no importaba.


Lejos de cualquier rencor con la situación, estaba agradecida. Porque el ser humano tiene eso de no lograr empatizar con los demás y ella no es ajena a la raza. Hay quienes tienen un poco más de sentido de la existencia del otro, pero esa es otra discusión.

Sólo el amor libera, sólo el amor perdona. El amor en toda su extensión. Sin distinción. Sin juicios.

Sabía, mientras se iba desatando, que tenía que amar entrañablemente a sus carceleros y entender que ellos, también eran presos.

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