miércoles, 9 de marzo de 2016

Ahogo...

Así como si nada, como si todo… me invade una especie de tristeza, la angustia acelera el pulso, las lágrimas serpentean en el anteojo queriendo salir y aguantando.


Así como si nada, como si todo… no entiendo bien de qué se trata, nada es lo que parecía y se pierde el impulso de vida que soplaba a todo viento, que arremetía y metía aquellas ganas de vivir. De pronto no hay nada, pero la sensación, no es de vacío sino de ser el centro del ojo de la tormenta.

Así como si nada, como si todo… me han dejado sola las ganas, las voluntades, el cansancio me come el cuerpo y el alma está encapsulada, atascada, y ya sin ganas de querer dejar la burbuja que como si tuviera con qué, la ata. Ata el alma, la vida. Ata y amansa, no por templanza sino por miedo…

El espíritu se queda sin aliento, sabiendo que ahí está listo para salir, cuando la burbuja se pinche y las ataduras se conviertan en alas, de la nada, así como si todo… así como si nada.