La vida me está sorprendiendo con un cúmulo de vivencias
nuevas, interiores, muy mías. Desde afuera probablemente bien poquito se ve, o
no. Dependerá de cuánta empatía tenga un otro conmigo. No da igual: Empatizar
es una de las sensaciones/emociones más extraordinarias, y sólo empatizamos con
unos pocos, o por momentos muy puntuales hasta con alguien que ni si quiera
sabemos quién es.
El hecho es que me encanta la saga Matrix (aunque no la
vería nuevamente) porque es un excelente espejo de lo que somos como sociedad,
como cultura. Respondemos a patrones tal y como si fuéramos autómatas. Somos
así porque ancestralmente venímoslo siendo, porque culturalmente esto o
aquello, porque las ideologías teológicas, o los paradigmas socio-económicos…
Desconectarnos de la Matrix para ser autónomos es un camino tan mágico como
real que estoy decidiendo andar cada día. ¡Esta afirmación no tiene nada de
paradoja! En cada nueva situación compleja tengo que re-pensarme para
desconectame de mis vicios, aprendidos, heredados, e-vo-lu-ti-vos.
Cultura, cultura: ¡qué
bella palabra! Por RAE: Significa 'cultivo, crianza'. Tiene tanto de
maravilloso, como de engañoso. Nos hemos cultivado tanto para bien como para
mal, y seguimos y perseguimos modelos de conducta, cosechamos lecciones
aprendidas por siglos, nos ajustamos al molde estandarizado y finalmente somos
esto o aquello arraigados a la pauta establecida, y si no entendemos muy bien
cómo somos, porque la regla es ser esto, vivimos mal… y vivimos mal, porque
claramente lo que hemos aprendido que somos, no tiene demasiado que ver que con
lo que somos en forma genuina. Por eso somos libres, sólo si nos desconctamos
de la Matrix, nos re-aprendemos, nos re-conocemos y con absoluta libertad
decidimos lo que queremos.
¡Sé que es muy fácil decirlo, y de a poco estoy viviendo,
que es muy fácil vivirlo!
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