Historia de un Viaje Corto…

Se encontraban azarosamente casi  a diario en el subte, volvían juntos, 5 minutos, eran tan cortos como 5 minutos y tenían un dejó de eternidad absoluta. Con el tiempo comenzaron a volver juntos, 5 minutos ex-profeso, así, día tras día o cuando se podía. Pocas palabras, mucha vibra, mucho cariño…

Un día rompieron la barrera y se fueron por ahí, a tener un lugar más allá, más allá de los 5 eternos minutos y fue eterno, eternísimo, hermoso, quedó allá clavado en el cielo de todos los amores que no se concretan nunca jamás. Y volvieron, a los 5 minutos y luego a la nada misma.

Si tuviera que elegir el comienzo de esta historia, diría que… Una mañana, luego de tantos viajes de vuelta juntos por la tarde, ella bajó en la combinación. Las mañanas no eran suyas, pero esa mañana, cuando iba a subir por la larga escalera hacia el otro tren, lo vio en un vagón, le sonrió y él, en un simple acto se permitió fluir en la vida y bajó, justo cuando sonaba la chicharra, bajó, bajó casi a los tropiezos,  y ahí, en el asqueroso vaho de la combinación, donde todo es apuro, malestar, olor a rancio, calor de infierno, ahí mismo el cielo se abrió, se abrazaron y se besaron y eso fue eterno; eterno al menos, hasta que llegó el siguiente subte…